Selena ha cumplido nueve años y, aunque ella tiene documentación española, su familia proviene de Perú. Ha pasado algunos momentos difíciles, con cambios escolares incluidos, pero su madre no ha dudado en proporcionarle atención psicosocial profesional para ayudarla.
Selena comenzó a trabajar conmigo hace unos meses, y en una de las sesiones, le propuse escribir un pequeño texto para publicar en la web y que tuviera una entrada para ella en el blog de mujeres. Sin dudarlo me dijo que sí, aunque la duda fue… “¿Y sobre qué escribo?” “Sobre lo que tú quieras». Tras pensarlo unos instantes me dijo: “como me estoy portando muy bien y voy a ir de vacaciones con mi familia, ¿puedo hablar de eso?, es una cosa bonita para ponerlo en internet”, y me pareció una idea estupenda.
“Hola, me llamo Selena y hoy os voy a contar que hice en mis vacaciones. Me fui a Ávila cuatro días y estuve con mis primas. Fuimos al parque, a la piscina, a unas piscinas naturales, a la muralla y luego me vine tres días a Valladolid y me fui a un parque de atracciones, luego me fui a Coruña, fui a pescar y fui a pasear a la playa y al parque”.
Esto me hizo pensar.
Primero, que muchas veces no nos damos cuenta del sufrimiento de los niños y relativizamos sus problemas porque “mis problemas de adulto son más graves” y se nos olvida que están aprendiendo a enfrentarse al mundo, construyendo su personalidad y averiguando cómo gestionar las diferentes emociones que sienten, y si esto no se consigue de forma adecuada, puede derivar en diferentes problemas cuando somos adultos.
Segundo, lo divertido y especial que suenan cosas tan simples como pasear por la playa, estar con la familia o acudir a unas piscinas naturales cuando lo oímos a través del discurso emocionado de una niña. Además de lo poco que nos esforzamos por hacer planes de este tipo, sencillos, cuando estamos sumergidos en la vorágine del día a día. Porque son planes fáciles, gratis y que se pueden hacer tanto solos como acompañados y que nos pueden suponer un soplo de aire fresco porque, en muchas ocasiones, nos empeñamos en complicarnos y pensar que sólo grandes cosas como viajes a lugares lejanos o planes costosos son los que merecen la pena. Pero no, Selena nos lo hace ver y es que, muchas veces, lo más sencillo es lo más gratificante.
Desde aquí quiero dar las gracias a Selena por su texto, por su sencillez, por su ilusión y sobre todo por las ganas que pone y el esfuerzo que hace para enfrentarse a sus dificultades. A su madre, por el cariño y la devoción que muestra por sus hijas. Porque, los/as profesionales que trabajáis con personas me entenderéis cuando os digo que son de esas mujeres que facilitan, y hacen que mi trabajo sea muy gratificante.
Marta, psicóloga de Procomar Valladolid Acoge.