Me llamo Nélida O., tengo 33 años, soy de Guinea Ecuatorial, tengo estudios hasta la universidad, y tengo dos hijos, llevo cuatro años en España, concretamente en Valencia.
Vine por temas de salud, ya estaba siendo tratada en mi país, pero quería estar cerca de mi madre y vine acompañada de mi hijo pequeño que en ese momento tenía dos años. Lo que esperaba al venir aquí, era algo diferente a lo que me encontré, porque cuando estamos allá pensamos que las cosas son de otra manera. Lo que encontré es que tienes que esforzarte más de la cuenta y darlo todo, y aunque quieras darlo todo también hay muchas barreras que te impiden avanzar y tienes que esforzarte más y más.
El laberinto burocrático para escolarizar a mi hijo
He dicho que vine con mi hijo, y es doblemente difícil cuando vienes con un menor. Encontré barreras al inscribirle en el colegio, dado que su padre no está aquí, me resultaban imposible los trámites porque me pedían la autorización del padre. Y yo me pregunto, si el poner a un niño en el colegio es algo tan, tan, importante y necesario en el desarrollo del mismo, ¿por qué piden la autorización del padre si saben que sí o sí tiene que ir al colegio? Y, es más, te obligan a escolarizarlo, pero con esto te lo impiden. Esta contradicción no la entendía, es algo que tuve que luchar y hacer papeles, muchos papeles, para que mi hijo pudiera ir al colegio.
Para que no me vuelvan a pedir la autorización de un padre que no está y no conozco su paradero y que él no se ha preocupado nunca por sus hijos, he tenido que iniciar un proceso administrativo y jurídico.
Potro lado, para que el niño pueda acceder al comedor, aunque se vea cuál es tu condición, tienes que buscar informes que acrediten que estás en esa situación de necesidad para que te puedan dar esta beca de comedor. Gracias a Valencia Acoge que han podido estar ahí y me ayudaron a conseguir que pudiera acceder a este “privilegio” para mi hijo y así yo poder trabajar.
Una lucha por nuestros derechos laborales
A pesar de mi problema de salud, no pude acceder a la sanidad pública, me obligaron a pagar un seguro privado médico, hasta ahora estoy sujeta a ese seguro privado.
En el ámbito laboral, como sabemos cuando venimos, no tenemos la documentación de aquí y no puedes hacer cualquier trabajo, sólo puedes hacer algún trabajo. Es como si no hubiéramos estudiado o desempeñado ningún trabajo. Los empleos a los que podemos acceder es cuidar a mayores, a niños, limpiar casa, la agricultura… esos trabajos que la gente española no quiere hacer, esos son los trabajos que sacamos adelante nosotros.
Y cuando no tienes la documentación, incluso acceder a estos trabajos es complicado, tienes que tener personas cerca, tejer redes, para que te den información, te ayudan a correr la voz de que estás buscando trabajo.
Tengo trabajos por horas, trabajos precarios que voy encontrando, gracias a Dios tengo el apoyo de mi madre.
¿Cómo llegar a tener la documentación? No ha sido nada, pero nada fácil. Lo importante es tener claro lo que tú quieres conseguir, tu esfuerzo, el tiempo, las ganas de querer salir adelante y tienes que poner este empeño para poder conseguir lo que quieres.
Yo tuve que hacer varias denuncias, no tenemos que permitir que en nuestros puestos de trabajo nos traten como perros, como si no tuviéramos derechos, como si fuéramos objetos. Somos personas, y como personas necesitamos este respeto, hay obligaciones tanto para el trabajador como también el empleador, igual que tiene derechos el empleador, pero también el trabajador y hay que identificar las líneas rojas.
Yo descubrí que lo que me estaba pasando era un abuso o un maltrato, a través de un curso laboral de Valencia Acoge, que podía buscar justicia y que lo que me estaba pasando a mí no le pasara a otras personas con estos mismo empleadores.
Llevé el caso a los tribunales y gané, y con eso pude conseguir mis papeles. Yo sé que mucha gente no nos atrevemos a denunciar, aunque estemos pasando por una situación así. Aunque no tengamos la documentación de este país, sí de nuestro país y eso no quiere decir que no seamos personas y que tengamos que permitir que otra persona nos trate como le venga en gana. Somos personas y como tal necesitamos este respeto, porque hasta los perros que están en nuestras casas a veces se les trata con más respeto que otra persona.
Animo a otras personas que estén pasando por una situación insostenible, de maltrato laboral, que lo denuncie.
Ahora que ya tengo la documentación, no puedo optar a los puestos de trabajo que quiero, pero seguiré luchando para conseguir el trabajo que quiero. Voy a seguir inscribiéndome en curso y formarme aquí. Me seguiré esforzando para conseguir lo que quiero lograr.