Hoy hemos entrevistado a una joven Venezolana, Natascha, que llegó hace poco a España. Nos cuenta sus primeras impresiones, las dificultades que ha tenido y todavía tiene y sus deseos para el futuro.

Lo primero que llamó la atención de Natascha al llegar a España era esa sensación de libertad y de seguridad, poder expresarse sin miedo, ver a niños jugando tranquilamente en la calle«estas pequeñas cosas que para la gente es normal, pero que para nosotros es algo grande».

Sus primeros pasos en España fueron guiados por Red Acoge, en concreto por la asociación Burgos Acoge, que la recibió y apoyó “de una forma  increíble”. Dice siempre recordar la experiencia que tuvo en el hostal Welcome, unos de sus primeros hogares, donde convivió con otros inmigrantes y refugiados: “conocí personas que tiene una experiencia un millón de veces peor que la mía… es increíble que en un momento donde todos estamos con estas penas, con situaciones de conflicto… puedas tener empatía con estas personas…  fue una experiencia increíble, me enseñó mucho”.

Reconoce que integrarse en la sociedad española no es nada fácil debido a los estereotipos negativos acerca de los venezolanos. Sin embargo, con solo 21 años sostiene que: “la vida es cuestión de actitud. Hay personas que se derrumban, que lo toman muy a pecho, y otras personas como yo, que lo ven totalmente diferente, como incluso un trampolín para demostrar a la gente que eres diferente, que tienes metas, que quieres estudiar e incluso ayudar el país a donde llegas, porque al final fue el que te abrí las puertas”.

En este respecto subraya la importancia de tener cierto equilibro, de mostrarte abierto al país que te acoge y al mismo tiempo valorizar tu propia identidad: cuando llegas a un país que te abre las puertas yo creo que lo mínimo es dar esa sensación de que quieres aprender de él, de que quieres conocer sus gente, de que quieres saber más de ellos, pero sin perder quien eres. Defiende que – al contrario de lo que se piensa – la integración no se hace a coste de su propia identidad, que la identidad, de dónde vienes, es muy importante en cada ser humano porque “allí aprendiste muchas cosas, allí creciste, allí hiciste tus amistades… y luego llegas a otro país que todo es diferente.”

Por lo tanto, integrarse a otro país te da la impresión de deber, en cierto modo, empezar de cero confía Natascha. Empezar de cero sobre todo a nivel psicológico y no material, como piensa la mayoría. “…aparece mucho la nostalgia y la comparaciones…en mi país tenían esto, en mi país tenía este amigo, en mi país tenía esas posibilidades y aquí no las tengo…”. No obstante mirando al lado positivo de las cosas, Natacha dice haber aprendido mucho de estas emociones: “siento que la nostalgia, la tristeza, el miedo, la incertidumbre son como estados emocionales súper necesarios, yo creo que más que la felicidad incluso… aprendes a como valorar más las cosas, las oportunidades, aprendes a conocerte, aprendes a ver quién eres dentro realmente”.

De hecho, una de las oportunidades que más valoró fue la posibilidad de seguir estudios aquí. “El hecho de que me hayan dado esa oportunidad me parece increíble, casi un sueño…el paso más importante desde que he llegado acá”. Agradece también a Red Acoge por poder participar en un programa de radio y hablar en nombre de todos los inmigrantes: “Que la gente escuche por lo que pasan, escuchan todo lo que tienen que hacer para estar aquí, escuchan lo que se esfuerzan para encontrar un empleo, lo que se esfuerzan para mantenerlo, para mantener a sus hijos, para mantener a familiares fuera, es importantísimo para todos nosotros el hecho de que seamos escuchados”. Añade :“La libertad a veces, piensas que eres libre, que puedes andar por allí pero la libertad tiene un significado mucho más fuerte, y es sentirte un ser humano capaz de hablar, y que la gente te oiga atentamente”.

En cuanto al futuro, Natascha espera ante todo graduarse y convertirse en una referencia para otras mujeres refugiadas o inmigrantes. “Estudiar y graduarme…para mi, ahora mismo, es lo más importante”; también ser un ejemplo a partir de la Red Acoge, ser un ejemplo por los demás refugiados e inmigrantes, y decirles a esas personas que sienten que no van a  llegar lejos, que sí, pueden, que están en todos sus capacidades. Yo creo que esa es mi meta más importante, el decirle a la gente que las oportunidades están y que hay que tomarlas, con ganas, con motivación, con mucha fuerza, fortaleza, aprovechar todo lo que ven, absolutamente todo.”

Desde Red Acoge intentamos que Natascha y los demás inmigrantes y refugiados puedan reconstruir su vida, apoyamos sus sueños y reivindicamos los derechos de todas las personas, independientemente de su origen. Porque, al fin del día, como tan bien lo señaló Natascha: “Somos todos ciudadanos del mundo.”